No me había percatado de que no escribí durante todo el año y ya está
por morir. Qué rápido pasó todo! Ahora sí que por tener mi mente en otras cosas
no dediqué tiempo a escribir. Bueno, aunque ya escribí todo un cuaderno para
alguien éste año, siento que no fue suficiente...
Hice muchas cosas, como por ejemplo salir de país nuevamente aunque creo
que para superar la aventura del año pasado debe ser un viaje especial para que
me dé por relatarlo aquí o viajar con alguien especial sea el lugar que sea.
Obtuve mi certificado de Catalán a finales del año pasado expedido por el
Institut Ramon Llull de Barcelona y no sé qué idioma siga después... debo
pensarlo bien.
Alguien muy importante en mi vida se ha ido de la ciudad y no voy a
negar que a veces la extraño cuando necesito un consejo sincero o simplemente
salir a platicar; estoy orgullosa por lo que ha logrado. Otros que me acompañaron
en el transcurso de mi carrera universitaria se encuentran prácticamente perdidos
en sus trabajos o en alguna otra ciudad. En fín, es un ciclo en el cual los círculos
cambian y algún día te vuelves a reunir con los que de verdad significan o
significaron algo para ti.
He encontrado un lugar para trabajar de acuerdo a lo que más me gusta...¡Hacemos
cartografía! y lo mejor de todo es que no tuve que irme de aquí; pero eso no es
lo único que he encontrado, me he topado con algo indescriptible y no es
precisamente material.
Es algo que sentimos en algún momento por alguien que nos complementa y
su compañía nos hace bien; y te das cuenta que las coincidencias en el momento
correcto pueden cambiarte la vida y dejas de estar solo para compartir muchas
cosas con ese otro ser... El simple hecho de estar con él basta, aunque
sea una banqueta quebrantada o algún parque; viendo alguna película extraña o
quizá escuchando música. Ningún lugar es más importante que otro. Es simple, no
existe la monotonía en la atmósfera en la que vivo desde abril, una atmósfera llena de cosas positivas y donde siento que nada puede hacerme daño.
Judith 2014